domingo, 30 de septiembre de 2012

Tan sencillo como doblar un papel...

Te planteo en el día de hoy un reto extremadamente simple, pero que nos conducirá a resultados matemáticamente fascinantes. 

MATERIAL NECESARIO PARA EL EXPERIMENTO: Un folio A4

Question: ¿Cuál es el grosos del folio que ahora sujetas en tus manos? Estoy convencido de que la solución a esta pregunta no pasa por coger una regla y medir, ¿verdad? ¿Cómo te las ingeniarías tú para dar respuesta a la cuestión planteada?


Una vez que hemos conseguido medir el grosor de nuestro folio damos comienzo al experimento.

1ª Fase: Dobla el folio por la mitad. ¿Qué ocurre con el grosor?

2ª Fase: Doblemos una segunda vez. Ya te habrás dado cuenta de que cada vez que doblamos el folio, el grosor se duplica. 

3ª Fase: Repite el proceso indefinidamente. ¿Cuántos dobleces has conseguido? 

Recuerda que más vale maña que fuerza...

¿Has conseguido doblar el folio original 7 veces?


4ª Fase: Construye una hoja de cálculo en la que aparezcan por columnas nº de dobleces, grosor en cm, grosor en metros, grosor en km.

5ª Fase:  Déjate sorprender. A continuación te dejo algunos datos numéricos que pueden ser de utilidad para que seas consciente de la extraordinaria velocidad a la que aumenta el espesor del papel si siguieramos doblando de manera ininterrumpida.






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