Te planteo en el día de hoy un reto extremadamente simple, pero que nos conducirá a resultados matemáticamente fascinantes.
MATERIAL NECESARIO PARA EL EXPERIMENTO: Un folio A4
Question: ¿Cuál es el grosos del folio que ahora sujetas en tus manos? Estoy convencido de que la solución a esta pregunta no pasa por coger una regla y medir, ¿verdad? ¿Cómo te las ingeniarías tú para dar respuesta a la cuestión planteada?
Una vez que hemos conseguido medir el grosor de nuestro folio damos comienzo al experimento.
1ª Fase: Dobla el folio por la mitad. ¿Qué ocurre con el grosor?
2ª Fase: Doblemos una segunda vez. Ya te habrás dado cuenta de que cada vez que doblamos el folio, el grosor se duplica.
3ª Fase: Repite el proceso indefinidamente. ¿Cuántos dobleces has conseguido?
Recuerda que más vale maña que fuerza...
¿Has conseguido doblar el folio original 7 veces?
4ª Fase: Construye una hoja de cálculo en la que aparezcan por columnas nº de dobleces, grosor en cm, grosor en metros, grosor en km.
5ª Fase: Déjate sorprender. A continuación te dejo algunos datos numéricos que pueden ser de utilidad para que seas consciente de la extraordinaria velocidad a la que aumenta el espesor del papel si siguieramos doblando de manera ininterrumpida.